La sensibilidad dental es una molestia común tras procedimientos como blanqueamientos o empastes. Y aunque suele ser temporal, algunas personas experimentan sensibilidad persistente que afecta a su calidad de vida, complicando hábitos como beber líquidos fríos o calientes y comer alimentos duros. Conocer las causas y los tratamientos adecuados permite aliviar el dolor y proteger la salud dental a largo plazo.
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Causas de la sensibilidad dental
La sensibilidad ocurre cuando la dentina, la capa interna del diente, queda expuesta debido a procedimientos dentales o desgaste del esmalte. Los blanqueamientos pueden generar una inflamación temporal de los nervios dentales, mientras que los empastes recientes pueden provocar microfiltraciones o cambios en la presión masticatoria que irritan el diente. Otros factores como encías retraídas o hábitos de cepillado agresivos pueden agravar el problema.
Estrategias de tratamiento en casa
- Pasta desensibilizante: contiene compuestos que bloquean la transmisión del estímulo al nervio dental.
- Enjuagues fluorados: fortalecen el esmalte y reducen la sensibilidad.
- Evitar alimentos extremos: reducir el consumo de alimentos muy fríos, calientes o ácidos mientras dure la molestia.
- Cepillado suave: usar cepillos de cerdas blandas y una técnica delicada evita el desgaste adicional del esmalte.
Intervención profesional
Si la sensibilidad persiste más allá de unas semanas, es recomendable acudir al odontólogo. El especialista puede aplicar selladores dentales, barnices de fluoruro o ajustes en empastes que protejan la dentina expuesta y alivien la molestia. En casos más complejos, se evalúa la necesidad de tratamientos endodónticos para proteger el nervio dental.
Como ves, la sensibilidad dental tras blanqueamientos o empastes es manejable con cuidados adecuados y supervisión profesional. No ignores molestias persistentes: ¡pide tu cita en nuestra clínica y recibe un plan personalizado para recuperar tu confort y proteger tu sonrisa de forma duradera!