El esmalte dental es la capa más dura y externa de los dientes, responsable de protegerlos frente a caries, erosiones y sensibilidad. Sin embargo, no es indestructible: una vez dañado, no se regenera. Por eso es fundamental conocer cómo cuidarlo y qué factores pueden deteriorarlo, y en este blog te lo contamos.
¡No te lo pierdas!
¿Qué es el esmalte dental?
El esmalte está compuesto principalmente por minerales, especialmente hidroxiapatita, que le otorgan su dureza característica. Su función es actuar como barrera protectora frente a los ácidos, la placa bacteriana y las fuerzas de la masticación.
Hábitos que desgastan el esmalte
Existen prácticas y alimentos que pueden debilitar y erosionar el esmalte, entre ellos:
- Consumo excesivo de alimentos ácidos como cítricos, vinagre y bebidas carbonatadas.
- Cepillado agresivo o con cepillos duros, que erosionan la superficie.
- Bruxismo (rechinar de dientes), que genera desgaste mecánico.
- Consumo frecuente de azúcar, que favorece la desmineralización por acción bacteriana.
- Reflujo gástrico, que expone los dientes a ácidos estomacales.
Cómo cuidar el esmalte dental
Para mantener un esmalte fuerte y sano, se recomienda:
- Utilizar pastas dentífricas con flúor para fortalecer la estructura mineral.
- Evitar cepillarte justo después de consumir alimentos ácidos; espera al menos 30 minutos.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y ácidas.
- Usar cepillos de cerdas suaves y una técnica de cepillado adecuada.
- Acudir a revisiones dentales periódicas para detectar erosiones o desgastes incipientes.
Cuidar tu esmalte dental es esencial para mantener dientes sanos, fuertes y libres de sensibilidad. Además, adoptar hábitos de higiene adecuados y protegerlo frente a factores erosivos es clave para su conservación. ¿Notas sensibilidad o desgastes en tus dientes? ¡Reserva tu cita con nuestros especialistas y protege tu sonrisa!